Saeta que voladora
cruza arrojada al azar
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y ruda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va.
Luz que en cercos temblorosos
brill próxima a expirar
y que no se sabe de ellos
cuál el último será.
Ese soy yo, que al ocaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
Sacado de Rimas y Leyendas.